domingo, 16 de octubre de 2011

El arte de defender la meta


 UN «GOALKEEPER» TIENE QUE PRACTICAR BOXEO

LOS JUGADORES DEBEN CONSERVARSE PREPARADOS COMO LOS CABALLOS

Puede parecer que la función de un «goalkeeper» es menos importante que la de sus compañeros. Sin embargo, los defensores de la meta nunca deben relajarse, aun sin participar directamente en el juego. Es conveniente que su preparación incluya la práctica del boxeo y la esgrima, para ejercitar la mente y los reflejos.

A los ojos de los espectadores aparece el goalkeeper como el más descansado de los jugadores durante la lucha. Mientras los demás siempre están en continuo y rápido movimiento tratando por medio de engaños y ligereza de dominar el campo de contrarios, alegres y entusiastas, bullendo de uno a otro lado, chocando los unos con los otros y formando confuso pelotón en el que sólo se distinguen los brazos y las piernas de los que se agitan y retuercen como los tentáculos de dos enfurecidos pulpos que combaten, el goalkeeper permanece quieto y colocado en un sitio, reconcentrado en sí mismo y al parecer indiferente ante la contienda.

SIEMPRE ALERTA

Pero su situación es en verdad lo contrario de lo que parece, su papel es el más importante de todos los jugadores. Sigue anheloso las fluctuaciones de la pelota sin saber nunca cuándo llegará el momento en que sea necesaria su intervención activa» Aunque desearía unirse a sus compañeros y pelear con ellos en lo más reñido de la batalla, tiene que reprimirse y seguir con atención el juego. Nunca debe aturdirse ni perder un solo golpe aunque la pelota se oculte a su vista, pues debe estar preparado para recibirla en un momento crítico y en cualquier dirección, realizando con prontitud el movimiento que sea necesario para defender la meta. Muchas veces el éxito se compromete por la fiebre que produce la lucha, y el goalkeeper debe tener esto muy presente porque si no tiene serenidad bastante para no dejarse dominar por esta fiebre, no sirve para su cargo. No hay muchos goalkeepers buenos y casi se puede decir que los buenos valen lo que pesan en oro. Se necesita, en primer lugar, mucha energía; un hombre nervioso no sirve para este cargo; es necesaria gran voluntad para colocarse en aquel sitio sin dejarse dominar por el delirio del juego, estando alerta para las más inesperadas contingencias con absoluto dominio de los nervios. Esta energía debe combinarse con una clara inteligencia para poder, en un momento dado, comprender las situaciones más difíciles con una sola mirada y remediarlas al mismo tiempo.

EL «PENALTYKICK»

Pero la inteligencia y la energía no bastan si no están combinadas con la agilidad, y esta cualidad sólo se obtiene después de muchos años de práctica y ejercicio. Para completar los elementos que son el ideal de un buen goalkeeper, es necesaria la perfección física. Tanto como la inteligencia necesita de la fuerza para detener el golpe de la pelota; debe ser alto, ventaja considerable que le permite evitar una entrada alta que un hombre bajo no podría alcanzar con las manos para echarla por encima del goal o rechazarla al suelo en esos momentos en que los espectadores están emocionados viendo por el aire una rápida y bien dirigida pelota que va a entrar en la meta.

El penalty kick (golpe de castigo) es uno de los casos más apurados para el defensor de la meta. Entonces, según los reglamentos, debe colocarse la pelota en un punto a doce yardas del goal, sin que ambos pueda haber otro jugador que el goalkeeper. Con un golpe bien dirigido son muchas las probabilidades de éxito de los que atacan por ser muy difíciles las pasadas.

Otro de los golpes difíciles de parar para un goalkeeper, por bueno que sea, es cuando viene la pelota oblicuamente a entrar por una de las esquinas o ángulos que forman los postes y el travesaño del goal. Un afamado campeón del foot-ball dice que de esta manera se hacen más goals que las demás.

El ejercicio es más necesario a un goalkeeper que á los demás jugadores, porque tiene que estar tranquilo y más moderado que los otros. Debe ejercitarse en algo que le permita concentrar sus pensamientos y desarrollar su fuerza, siendo muy convenientes el boxeo y la esgrima, en los cuales se ejercita la vista y se acostumbra a apreciar las posiciones que pueden ser ventajosas. El verano no es estación a propósito para este juego; sin embargo, los jugadores deben conservarse preparados como los caballos de carreras, porque es tan importante y rápido el juego de hoy en los grandes matches, que el que no se ejercite durante el verano hará mal papel en las demás estaciones.

También es necesario acostumbrarse a resistir los cambios de temperatura, alcanzando un estado de perfección física en la que no produzcan impresión ni el viento ni la lluvia. De todo lo expuesto se deduce que el arte de defender la meta es muy difícil aunque parezca lo contrario, y que no se aprende a ser un buen goalkeeper, en poco tiempo y aun una vez siéndolo es necesario practicarlo para no perder facultades.

Arrojando la pelota, este golpe requiere fuerza de brazo y puntería muy segura para mandar el balón al compañero que espera. 

 Esperando la pelota alta. Aquí se demuestra la ventaja de la estatura, pues un "goalkeeper" alto espera la pelota al entrar. 
 Una de las pelotas más difíciles de parar cuando va por el ángulo. 
 Un golpe limpio. El "goalkeeper" debe ser más de moderados que los otros. 
Una buena parada que demuestra la ventaja de ser alto del "goalkeeper".

Gran Vía, diciembre de 1903

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